La potabilización de las aguas y el alcantarillado son algunos de los avances en los países desarrollados que mayor número de vidas humanas han salvado, junto a la nutrición adecuada, los antibióticos, los cuidados de la mujer embarazada, el parto y el posparto y las vacunas.
Seguramente uno podría ponerse a opinar y decir que los gobiernos y las empresas gestoras se enriquecen de un bien común y gratuito que es el agua. Por otro lado, si bebes de agua no contaminada aunque no sea potable o no se pueda asegurar que lo sea no pasa nada. A priori puede parecer una locura pero es uno de los argumentos de los llamados grupos #antivacunas.
Todos hemos conocido la noticia del niño infectado de difteria de Olot y los debates múltiples que han suscitado en comunidades científicas, blogs del sector, etc.  Nos hemos echado las manos a la cabeza por lo ocurrido pero la comunidad científica y los servicios de Medicina Preventiva y Salud Pública sabemos que antes o después la disminución de la cobertura vacunal puede traer casos aislados de enfermedades que ya no existían en España, como la difteria, o brotes epidémicos, como los del sarampión. Mi pregunta es: ¿estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano para evitarlo? Realmente creo que no. No se puede permitir por mucha libertad de expresión que exista que haya grupos que bajo el amparo de la «evidencia científica» digan que las vacunas son peligrosas o innecesarias, simplemente porque esa «evidencia» no existe, es falso lo que dicen, están mintiendo y es peligroso; a los hechos acontecidos me remito. Si además hay un pediatra que defiende la postura de no vacunar de forma abierta y se publicita me parece cuanto menos condenable, aquí os dejo la contestación que hizo bebé y mas punto por punto a todos los «argumentos».
Aprovechando la entrada me gustaría hacer algunas aclaraciones:

 

  1. La vacunación universal es un derecho del niño, no de los padres.
  2. La difteria es una bacteria, no un virus. Lo digo por lo publicado en los últimos días. Puede provocar un estado de portador sano que no padece la enfermedad pero la transmite. Lo que provoca la enfermedad es la exotoxina, una sustancia que produce la bacteria. El toxoide es como se denomina a la toxina destoxificada o vacuna que tiene la capacidad de crear inmunidad pero no la enfermedad.
  3. Si no te vacunas o no vacunas a tu hijo te beneficias de la inmunidad rebaño, es decir de la del resto de la población que sí está vacunada. Si nadie se vacuna, las infecciones que ya no existen, estarían y provocarían un gran número de muertes. No hay que irse muy lejos, desgraciadamente en los países subdesarrollados que no hay cobertura vacunal, ocurre.
  4. Las vacunas no sólo protegen a los niños, de hecho existe un calendario vacunal del adulto que muchos no conocen.
  5. Vacunarse es esencial para evitar:
    • Malformaciones fetales provocadas por algunos microorganismos para los que existen vacunas, como la varicela o la rubeola.
    • Prevenir infecciones que durante el embarazo son de alto riesgo para la madre.
    • Proteger a los adultos que conviven con ancianos, inmunodeprimidos, pacientes con problemas crónicos de salud, embarazadas o bebés dado que infecciones en ellos son potencialmente mortales.
Dar una adecuada alimentación, la existencia de agua potable, el uso racional de antibióticos, el cuidado del embarzo, parto y posparto, junto a la vacunación universal, son las mejores estrategias preventivas que mayor número de vidas humanas, sobre todo de los niños, han salvado.

#vacunas #difteria #crianza @MariaSalmeronR1.
Mª Angustias Salmerón Ruiz pediatra del Hospital Ruber internacional y de la Unidad de Medicina del adolescente del Hospital Universitario La Paz.